Alexandra McCain, una adolescente común, viajará a través del tiempo
y sorpresivamente se encontrará con el más grande artista de todos los tiempos: Michael Jackson.
Mediante se desarolla la trama, su vida cambia inesperadamente y le ocurren muchas situaciones
'inusuales', que ella jamás hubiese imaginado.

Ésta es una historia donde "La ficción supera la realidad".

Capítulo 9: 'Hasta pronto'


- Alex, no pienses mal, confía en mí. Sólo guarda silencio y cierra tus ojos –dijo Josh en voz baja.

- ¡¿Qué?! –exclamé confunda.

- ¡Hazlo! –ordenó.

Lo hice. Sentía que debía hacerlo, quiero decir; Josh no era una mala persona, si me dijo que hiciera eso, era por algo. Mi dolor de cabeza y el mareo aumentaban, ¡Sentía que mi cabeza iba a explotar!. Después sentí como una sensación en el cuerpo, como si una fuerza en mi interior me invadiera hasta agotarme.

Quería abrir mis ojos y hablar para poder saber qué estaba pasando, pero no podía, ni siquiera moverme, ¿Se imaginan sentir eso? yo me asusté demasiado, estaba totalmente tiesa. Pasaron algunos momentos para que dejara de sentir aquellos malestares extraños, y es cuando pude abrir los ojos. Lo primero que hice fue mirar a todos lados confundida y me di cuenta que me encontraba adentro de la máquina del tiempo junto a Josh. Él abrió los ojos y volteó a verme.

- Sabía que algo así nos iba a pasar –dijo mientras presionaba un botón que estaba adentro de la máquina, el cual hizo que se abriera la puerta de ésta- Bien, ya regresamos al presente, Alex –anunció Josh sonriendo.

Yo no sabía cómo reaccionar. Estaba feliz por encontrarme con mi familia y quitarles esa mortificación que les dejé desde que me fui de la casa, pero triste por que dejaría de ver a Michael.

- Vaya… qué… qué bien… –dije fingiendo una sonrisa. Por dentro tenía ganas de soltar unas cuantas lágrimas, tal vez sólo por lo poco que pasé con Michael, pero que para mí significó mucho. Josh se dio cuenta de eso. Se acercó a mí y me abrazó.

- Si necesitas llorar, hazlo, pequeña –me dijo mientras me abrazaba. Cerré los ojos y empecé a derramar algunas lágrimas.

- Lo… lo voy a extrañar –dije en un hilo de voz y llorando.

- Te comprendo, sé que fue importante para ti… y lo llegaste a querer –dijo mientras me abrazaba.

- Pero, podría buscarlo… –dije pensativa retirándome un poco de él.

- Alex, él es ‘Michael Jackson’, es casi imposible que puedas contactarte con él

- Tú lo dijiste, es “casi imposible” además para mí ya nada es imposible, creía que viajar en el tiempo lo era, pero ya vez lo que pasó

Josh se quedó unos segundos viéndome alzando una ceja. Se cruzó de brazos con cara de “tienes razón” y suspiró.

- Ni hablar… –dijo Josh. Yo sonreí.

- Josh…. tengo una duda, ¿Por qué me habías pedido que cerrara los ojos? y ¿Por qué fue tan extraña la manera de volver al presente? –cuestioné curiosa- Es como si hubiésemos desaparecido...

- Pues, no debíamos abrir los ojos por que nos íbamos a marear más ya que en ese momento, éramos algo así como… 'personajes ficticios' atrapados en el pasado, nos desaparecimos por que ingresamos a la máquina, y de cualquier forma teníamos que regresar, y claro está que nadie debía ver eso…

- ¿Sabías que eso ocurriría?

- Bueno, tú sentiste dolor de cabeza y mareos de repente, y yo igual, además, –continuó- según mis cálculos faltaba poco para regresar al presente, así que sabía que iba a pasar algo extraño…

- Y ni siquiera me despedí de Michael, tienes que ayudarme a que me encuentre con él de nuevo

- ¿Recuerdas que Michael ya no es un niño, verdad? –dijo Josh alzando una ceja.

- ¡Claro que lo recuerdo! Estamos en los 90’s, él ya es un hombre... y estoy segura de que muy guapo… –dije sonriendo y apartando mi mirada de Josh.

Hubo unos escasos segundos de silencio

- … Bien, ¿Qué se supone que deba decir yo? –dijo Josh entre risas.

- Nada –dije riendo.

- ¿Sabes? Comenzaré a investigar en dónde está Michael y ya después veremos cómo hacer que te encuentres con él, pero por ahora, debes ir con tu familia…

- ¿Cómo les explico todo lo que pasó? –dije angustiada y nerviosa.

- Es tu familia, háblales con la verdad

- Sí, lo sé… me acompañarás ¿Verdad? –dije.

- No lo sé, Alex... es más apropiado que vayas sólo tú...

- Por favor –dije haciendo gesto de ‘puchero’ tratando de convencerlo, y funcionó.

- ...De acuerdo... –dijo Josh torciendo un poco su boca. Yo sonreí.

Salimos de la bodega (Era tarde, faltaban pocas horas para oscurecer). Le dije a Josh dónde vivía yo, y él fue conmigo para acompañarme. En el camino estaba pensando cómo les explicaría todo lo que viví, por que lo más probable es que pensaran que "se me safó un tornillo", pero trataría de hablarles lo más sinceramente posible, la gran duda y preocupación era: ¿Cómo reaccionarían ellos?...

Después de caminar y caminar, estábamos a unos pocos metros de mi casa y la tensión en mí iba aumentando, hasta sentía un poco de náuseas.

- Calma, todo va a salir bien –dijo Josh. Traté de tranquilizarme un poco con sus palabras de apoyo.

Nos acercamos a mi casa. Antes inhalé y exhalé para que los nervios no se apoderaran de mí, y toqué la puerta. Mi madre abrió la puerta y ya se imaginan su reacción. Ella estaba totalmente atónita, no podía creer que aparecí de repente. Me abrazó fuertemente y empezó a llorar.

- ¡Alex, estas aquí! Hija mía, ¡Te estuvimos buscando todos estos días! –exclamó. Mi padre se dio cuenta de que yo estaba en la puerta y fue directamente hacía mí y me abrazó también.

- Mi niña, ¿¡Estás bien!? ¿¡Qué te pasó!? –preguntó preocupado tomándome del rostro con las dos manos.

- No se preocupen, no me pasó nada, estoy bien. Los extrañé mucho –dije con lágrimas en los ojos.

Por cierto... ya no les tenía rencor, quería olvidar el momento en el que escuché que era adoptada, quererlos como ellos a mí, y verlos como lo que siempre fueron: Mis padres.


¡Nosotros también! –exclamó con nostalgia mi madre. ¿¡Pero dónde estabas!? –preguntó
preocupada- ¿Y quién es ese sujeto? –Se refería a Josh (Él estaba parado en la puerta) y volteó a verlo confundida.

-Oh, mucho gusto, mi nombre es Josh y soy... amigo de Alex –respondió.

- ¿Él es tu amigo? Alex, dinos la verdad ¿¡Quién es él!? –preguntó desconfiado mi padre.

- En serio él es mi amigo, es un científico que… pues… –me quedé unos segundos en silencio tratando de encontrar la mejor manera de explicárselo- ustedes no lo creerán si se los digo, ¡Pero les juro que es verdad!

- ¡Dinos, Alex! ¿Qué pasa? Sea lo que sea, te creeremos –dijo mi madre preocupada.

Estaba a punto de relatar todo lo que me sucedió, que, hasta para mí fue algo irreal. Si alguien me contase algo como lo que yo viví, por supuesto que no le creería, así que no me sorprendía si ellos seguramente tampoco lo hicieran. A pesar de que se trataba de mi familia, de cualquier forma, lo que tenía que explicar era algo bastante descabellado, pero tenían que saberlo. ¿Había otra alternativa? Sí, sí la había; como mentir diciendo que estuve en otra parte, pero quería ser sincera con ellos.

-Escuchen... yo… pues... –suspiré- yo viajé a través del tiempo… –dije al fin.

Esas últimas seis palabras sólo se podrían oír en una película de ficción, nunca encontrarás a alguien que lo diga en la vida real si no es de broma, pero en mi caso, así fue, y en cuanto terminé de decirlas cerré los ojos con fuerza, esperando a que me dijeran algo, lo que sea, no importaba lo que fuese, ya que el caso era que me escucharan.


Pasaron algunos segundos, y como no recibía respuesta abrí los ojos y volteé a ver a mis padres. Ellos se miraban uno a otro confundidos y quizá pensando que me volví completamente loca...


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Subí dos capítulos seguidos por que creo que esta historia necesita avanzar más (Para que se venga "lo bueno") así que espero que les hayan gustado Cuídense ¡Nos vemos! <3

P.D.: No se confudan, Alex no es Kristen Stewart, es sólo para que 'más o menos' se den una idea de cómo es Alex

Capítulo 8: 'Conociendo al artista'


- Calma, calma, claro que podremos –contestó sonriendo.

- Pero ¿Cómo podremos? Tú ya no estás en el ‘presente’ para arreglar la máquina del tiempo, o algo así…

- Exacto, sólo que me di cuenta de que en la máquina del tiempo, el reloj está girando con las manecillas para el lado correcto, o sea que ya no están en reversa, y ahora están girando más rápido de lo que te imaginas. Eso nos devolverá al presente cuando menos pensemos –dijo Josh.

- ¡Genial! –exclamé contenta- pero tú también viniste al pasado, ¿Eso significa que de nuevo tendrán que girar y tendremos que esperar más tiempo? –pregunté.

- En realidad no, antes de venirme tomé algunas precauciones, y una de ellas fue hacer que el reloj gire más rápido, no sé qué tan rápido estarán girando en este momento, pero cada vez se aceleran más –comentó Josh.

- ¿De verdad? ¡Oh! ¡Gracias, gracias! –exclamé contenta y abrazándolo.

- ¡Espera! creí que no te emocionaría mucho la idea de regresar al ‘presente’… –dijo Josh.

- Pues…

- ¿Qué pasó, Alex? –cortó Josh, sospechando que algo había sucedido.

- Te contaré lo que pasó…

Empecé a contarle lo que había pasado unos momentos antes de que él llegara. Le conté exactamente todo, recuerdo que mientras le contaba cuando Joseph me golpeó él no podía evitar poner su gesto de indignación y asombro.

- ¿¡Dices que te golpeó!? –preguntó Josh indignado.

- Sí… –respondí cabizbaja.

- ¿Qué le pasa a ese señor? ¿¡Cómo se atrevió a hacer algo así!?

- No lo sé, pero en fin…

- ¡No, no! ¡En este momento iré a reclamarle! –exclamó.

- Josh, no, por favor, dejémoslo así, ¿De acuerdo?... –pedí para no hacer ‘las cosas mas grandes’. Él suspiró en señal que no tenía otra opción.

- Está bien, sólo por que debo de ser cuidadoso con mis acciones…

- Sí… –noté que Josh cargaba un canasto- ¿Para qué trajiste eso? –pregunté.

- ¿Te refieres al canasto? -continuó- En él guardé comida y agua para ti –dijo sonriendo.

- Oh, ¡Mil gracias, Josh! –exclamé contenta.

Él abrió el canasto, y en ella había frutas, sándwiches y unas botellas de agua, justo lo que necesitaba, pues llevaba días sin comer y sin tomar agua. Nos dirigimos al parque y nos sentamos en una banca para que yo pudiera comer.

- Te lo agradezco de nuevo, Josh –dije.

- No tienes por qué agradecer, Alex, además quería pedirte una disculpa, pues, yo no sé cocinar y por eso decidí preparar….sándwiches… –dijo Josh avergonzado. Yo reí.

- No, no te preocupes, Josh, me gustan los sándwiches –dije sonriendo y comiendo.

- Está bien –sonrió- oye… y… ¿En qué año estamos? –hizo una pausa- Vaya, esa pregunta si que sonó rara… –Ambos empezamos a reír.

- La verdad no lo sé, pero ¡Mira! Allá hay un periódico –apunté con el dedo índice un periódico que estaba tirado a unos metros de distancia.

- ¡Sí! iré por él –dijo Josh. Se levantó y fue por él, después regresó a la banca y se volvió a sentar- Bueno, aquí dice que estamos en el año 1964…

- ¿De verdad? vaya…

- ¡Y mira! ¡Aquí aparece algo de Michael! –exclamó.

- ¿¡Qué cosa, qué cosa!? –dije impaciente asomándome al periódico y tratando de buscar con la mirada. Al parecer a Josh le causó gracia eso pues se empezó a reír.

- ¡Tranquila, Alex! Lo voy a leer… dice: “Hoy se presentará el grupo ‘The Jackson 5’ en el club “Mr Lucky's”

- Espera un momento, ¿Dice la fecha? –pregunté.

- Sí, pero no sé si este sea periódico pasado o el de hoy…

- ¡Entonces preguntemos la fecha! –dije. Nos levantamos de la banca, Josh tomó su canasto y empezamos a buscar a alguien que nos dijera la fecha.

- Me veo muy raro con un canasto en la mano y vestido de científico… –bromeó Josh. Yo reí.

Vi pasar a una señora frente a nosotros y le hablé.

- ¡Señora! ¿Podría decirnos… qué fecha es hoy? –pregunté. Se sintió raro preguntar eso.

- Claro, hoy es 7 de Noviembre –respondió amable.

- Oh, y ¿Sabe dónde está ubicado “Mr Lucky’s”? –pregunté.

- ¡Seguro! (explicó exactamente dónde estaba “Mr Lucky’s”)

- ¿Y dónde quedan esas calles?, Me refiero a ¿Qué camino tomamos?. Lo que pasa es que somos nuevos en la ciudad –dije. La señora nos empezó a explicar por dónde debíamos irnos para llegar.

- Un momento, un momento, primero necesitamos saber algo más ¿En qué año estamos? ¿Podría decirnos? Es que… tenemos… mala memoria… –mintió Josh. La señora nos miró confundida.

- Estamos en el año 1964… –respondió cortés, pero confundida. Eso era de esperarse por la pregunta tan rara.

- ¡Tiene razón!, ya recordé que en ese año estamos, es que… mi-mi memoria falla –mintió- ¡Muchas gracias!…

- De nada –dijo la señora mirando a Josh como “bicho raro”.

- ¿Qué? ¡Los hombres también usamos canastos! –dijo Josh. La señora siguió viéndolo extraño y se fue- ¿Acaso me veo tan raro? –preguntó Josh. Yo empecé a reír de nuevo (Yo no creía que la señora lo miraba raro por el canasto, pero él pensó que sí y me pareció gracioso).

- No, claro que no… bueno… –corté- dime, ¿La fecha coincide? –pregunté. Josh se fijó en el periódico de nuevo.

- Sí –respondió- definitivamente es hoy –dijo Josh.

- ¡Genial! ¿Estás pensando lo mismo que yo? –pregunté.

- Pues, soy científico, y no creo en la telepatía por que va en contra de las leyes de la física conocidas y se refiere más a lo sobrenatural y paranormal, pero…

- Josh… –Interrumpí mirándole enfadada.

- Está bien, sí pienso lo mismo que tú… pero recuerda que tenemos que ser cuidadosos

- ¡Lo seremos! Quiero ir a ver al pequeño Michael, por favor…

- ¿El ‘pequeño Michael’? –rió- ¡Él es más grande que tú!

- ¡En esta época no! y deja de reír –le miré enfadada y me crucé de brazos.

- Lo siento –dijo serio. Unos segundos después comenzó a reír de nuevo.

- Josh… –dije mirándole enfadada.

- Parece que te encariñaste mucho con Michael ¿Eh?...

- Sí, lo quiero mucho, y es importante para mí… lo que no entiendo es cómo podía
cantar a pesar de los maltratos de su padre… Dios… qué niño tan valiente era –dije.

- Exacto, lo poco que sé de Jackson es que cuando era niño, a pesar de que su padre le golpeaba, él aparecía en el cantando el los clubes nocturnos como si nada le hubiese pasado… –comentó Josh.

- Pobre Michael…

- Así es… –afirmó.

Comenzamos a charlar más y para que el tiempo se pasara más rápido (Para ir al club nocturno) me subí a los juegos del parque (¿Inmadurez?... No lo creo, me gustaba divertirme) y quería que Josh se subiera conmigo, él no quería, pero, ¿Saben qué? lo obligué. Se veía tan gracioso por que tenía nervios de subirse a los juegos…

Al columpio: Por que según él se podía caer el columpio (Lo cuál era ridículo) o caerse para adelante ya que éste diera vuelo. Empezó a mencionar huesos que se le podrán quebrar y hasta en cuánto tiempo “se le podrían sanar” y otras más consecuencias...
La resbaladilla: Por que según él, podía caerse y lastimarse gravemente. Empezó a mencionar cuantas probabilidades había de eso por su altura y “desequilibrio” (Sí que le daba miedo subirse).
El sube y baja: Por que según él podía caerse para atrás, golpearse la cabeza y eso le dejaría secuelas, que, debido a algún golpe que se diera y por un acumulo de sangre que no saliese podría producirse alguna otra enfermedad, también mencionó derrame, esguince y aneurisma cerebral ¡Y hasta morir!.

Y por último, El pasamanos. Se lo justifico, pues ése era bastante bajito para él, pero jamás había conocido a alguien tan ‘exageradamente exagerado’.

En fin, así se pasó nuestra tarde y un poco de la noche. La mayoría del tiempo estábamos sólo sentados en los columpios y platicando. Fue bueno platicar con él, pero siempre tenía que mencionar términos científicos que yo no entendía 'ni Jota'… aunque no importaba eso, pues ya no me sentía tan sola…

Cada vez el cielo se iba oscureciendo, hasta que no logramos ver nada, sólo quedaba la luz de la luna.

- Alex, creo que ya debemos irnos, ya casi es hora del show de los Jackson 5 –dijo viendo su reloj.

- ¡Oh, entonces vamos! –dije entusiasmada.

Tomamos el camino que nos había dicho la señora, a decir verdad, yo no le había entendido ‘del todo’ pero como Josh era el más inteligente de los dos, se memorizó perfectamente lo que le dijo la señora, así que no tenía de qué preocuparme.

Después de caminar bastante, empecé a ver a lo lejos aquél club nocturno; ya quería ver por primera vez a Michael actuando en un escenario.

Josh y yo estábamos por entrar a un club nocturno cuando de repente nos detuvo un tipo que al parecer era guardia de seguridad (estaba encargado de vigilar a la gente que entraba en el club).

- Disculpa, pero al parecer eres menor de edad –me dijo cruzándose de brazos

- ¿Yo, menor de edad? ¡Claro que no!... yo tengo... veintitrés años, señor –dije simulando que lo que decía era verdad (yo sólo tenía diecisiete años).

- ¿Y por qué te ves tan joven? –preguntó incrédulo.

- ¿De verdad me veo más joven? Oh, muchas gracias por el cumplido –dije fingiendo estar halagada.

- No quieras engañarme, sé que eres menor de edad –dijo frunciendo el seño.

- ¿En serio? ¿Y cómo lo puede asegurar? –me crucé de brazos.

- Señor, ¿Esta chica es menor de edad, cierto? –le preguntó a Josh.

- Ehhh… ¡Por supuesto que no! –exclamó Josh.

- Escuche, me encantaría comprobarle que no soy menor de edad, ¡Pero no tengo ningún acta de nacimiento que lo pruebe, ni nada! Pero tiene que creerme

- ¡No insistas! ¡No vas a entrar hasta que de verdad puedas comprobarlo! –exclamó. Josh sacó un tubo de ensayo de su bolsillo de la bata, sabía que él tramaba algo.

- ¿Cuál es su fruta favorita?...

- ¿Ah? –dijo confundido- Ehhh… pues… adoro las fresas… –respondió.

- ¡Vaya! ¡Qué casualidad! Justamente tengo un líquido con esencia de fresa, ¡Y huele delicioso! –mintió Josh.

- ¿De verdad? –preguntó interesado.

- ¡Sí! ¡Huélalo! –Josh destapó el tubo y se lo acercó al guardia; éste azotó al suelo y se quedó profundamente dormido (Afortunadamente no había nadie viéndonos, la gente que iba a ver el show había llegado mucho más temprano que nosotros).

- ¡Josh! ¿¡Qué hiciste!? –pregunté preocupada.

- Tranquila, despertará dentro de tres, o cuatro horas –dijo sonriendo.

- Oh, –Solté una leve risita- déjame adivinar… ¿Invento tuyo?

- Así es, sabía que al venir lo iba a necesitar… –se quedó pensativo por unos segundos-
¡Pero que tonto soy!–exclamó- Se supone que no debí hacer eso

- ¿Por qué? –pregunté preocupada.

- Por que acabo de modificar un poco el pasado de este hombre… pero, ¡Tenía que hacerlo!

- Sí –corté- ¡Ahora vámonos!

Nos dirigimos a unas mesas, como si nada hubiese pasado. Josh me dijo que nos sentáramos en una que no estuviese tan cerca del escenario, pues si Michael nos miraba, podríamos provocarle una reacción y cambiar un poco el pasado. Nos sentamos, y yo buscaba con la mirada a Michael.

- ¿Dónde estará? –pregunté ansiosa.

- Controla tus ansias, Alex –dijo Josh soltando una leve risa- sólo espera un poco, no creo que falte mucho para que aparezca en el escenario

- Es verdad… ¡Oh, Dios! ¡Mira a aquellos sujetos! –los señalé con mi dedo índice- ¡Toman alcohol como si se fuera a acabar el mundo! –exclamé asombrada (Por suerte ellos no alcanzaron a oírme).

- ¡Silencio, Alex! ¡Te pueden oír! –exclamó Josh en voz baja- Estamos en un club nocturno ¿Qué esperabas? ¿Que tomaran el té? –preguntó irónico.

- Ja-ja, que gracioso –dije sarcástica y mirándole enfadada.

- ¡Buenas noches damas y caballeros! ¡Denle un fuerte aplauso a “The Jackson 5”! –dijo un señor que estaba en el escenario, por un micrófono.

Todos empezamos a aplaudir ¡Y yo estaba tan entusiasmada por ver al pequeño Michael cantar!.

Ahí estaba él, como toda una estrella, preparándose para cantar. Dentro de unos segundos comenzó. En ese momento pensé; ¿Cómo un niño puede tener tanto talento? Su voz era tan dulce y angelical, a pesar de que era pequeño ¡Interpretaba las canciones como si las sintiese!. Juro que pudo darme cuenta que era un millón de veces mejor que cualquier otro artista adulto, pues Michael desde niño demostró todo el talento que tenía. Me dejó totalmente atónita, yo no sabía que ‘Michael Jackson’ cantaba de niño y tenía un grupo con sus hermanos.

Deseaba correr hasta al escenario para abrazarle, y decirle que nunca había visto a alguien tan talentoso como él, pero no podía…

Pasaban las canciones y la emoción y el asombro me invadían, al grado de tener los ojos llenos de lágrimas, ya que estaba orgullosa de Michael... mi pequeño Michael…

- ¿Alex, Estás llorando? –preguntó Josh extrañado en voz baja.

- Es que, nunca había visto nada igual, él es increíble –dije sonriendo y limpiándome las lágrimas con mi mano. Josh sólo me devolvió la sonrisa.

Entre el hermoso espectáculo y mis lágrimas, algo raro me pasó…

Me empezó a dar un dolor de cabeza horrible, y me empecé a marear. Ni siquiera sabía por qué razón me pasaba eso.

- Josh, me siento mal, tengo dolor de cabeza y estoy mareada –le dije a Josh con gesto de disgusto y con una mano tocando mi cabeza.

- Sé por que pasa, yo también me siento igual… ven conmigo –me tomó de la mano y me llevó afuera del club. Yo no sabía por qué razón había hecho eso (Si se preguntan, el guardia de la entrada ya no estaba, por lo visto se lo habían llevado de ahí).

- ¿¡Por qué me trajiste afuera, Josh!? ¿¡Qué sucede!? –pregunté confundida- ¡Quiero seguir viendo a Michael! –exclamé.

- No hay tiempo para preguntas, nadie puede vernos –dijo, aún sin soltar mi mano mientras me seguía llevando con él a unos cuantos metros del club, donde, por cierto, casi no había luz. Yo no sabía qué le ocurría a Josh, ni como reaccionar.

- ¿¡Que crees que haces!? –exclamé enojada y algo desconfiada.

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Disculpen por subir capítulo hasta ahora, pasaron muchas cosas, y bueno, ahorita me tomé un tiempo para subir capítulos, y prometo que leeré sus noves en cuanto tenga tiempo, ahorita casi no tengo :(

Como ya se habrán dado cuenta, ¡Alex tiene 17 años! al fin ya se reveló un misterio de esta historia (?)

Muchas gracias por los comentarios que me dejaron, les pido que si leyeron la novela dejen su comentario, así sabré que alguien la lee y me motivará para seguirla :)

L@s quiero, ¡Nos vemos luego!

Capítulo 7: 'Quiero estar a tu lado'


Le tomé la mano y me dirigí a su casa. Cuando iba llegando casi a la puerta Joseph salió, y lo primero que hizo fue ver que le tenía tomada la mano al pequeño Michael, y me miró con mucha furia (Como era de esperarse)…

Acto seguido, fuertemente tomó del brazo a Michael y lo apartó de mí sin que yo pudiese evitarlo.

- ¿Tú qué diablos haces aquí? ¡Te dejé muy claro que no quería volver a verte más! –exclamó con coraje Joseph. Me intimidó un poco mirar esos ojos que lo único que expresaban era odio.

- No me importa lo que me haya dicho, señor, usted es un agresivo ¡Y un ser humano realmente despreciable! ¿Cómo puede agredir a este pobre niño? –dije tratando de defender a Michael y de controlar mi miedo.

- Mira, muchachita insolente, ¡No me hables así si no quieres sacarme de mis casillas! –exclamó Joseph con coraje.

- ¿Qué? ¿No quiere que le diga la verdad? –pregunté.

- ¿De qué verdad me hablas? –preguntó con descaro, fingiendo no saber y de una manera muy soberbia.

- No finja, señor, usted maltrata a Michael –dije con coraje.

- No lo maltrato –dijo cruzándose de brazos.

- ¿Ah, no? Michael, ¿Verdad que Joseph te golpea? –volteé a ver a Michael.

Michael bajó la mirada, no quería decir ni una sola palabra por miedo a Joseph.

- -Vamos, pequeño, no tengas miedo –le dije a Michael.

- Sí, Joseph me golpea y… a veces… –se detuvo.

- ¿A veces qué? –pregunté.

Michael no quería decirlo y volteó a ver a Joseph

- No temas, Mike, yo estoy aquí, dime lo que me ibas a decir… –dije tratando de que no se sintiera intimidado por Joseph.

- A veces… él… me golpea con lo primero que encuentra, como con cables… y otras cosas que me lastiman… –dijo tratando de contener el llanto.

- ¿¡Qué!? –exclamé indignada. No podía concebir que ese señor fueran tan inhumano.

- ¡Ese no es tu problema! –interrumpió- esta es mi manera de educarlo

- ¿A eso le llama educar? ¡Michael le tiene miedo, entienda! –exclamé.

- Pues que bueno que me tenga miedo, ¡Así me podrá respetar! –exclamó Joseph.

- ¿Por qué tiene una mentalidad tan enferma? –dije. Las palabras salían de mi boca, no podía contenerlas por el coraje que le tenía a esa bestia que ni se le podía llamar 'padre'.

- Mide tus palabras, niña, no sabes de lo que soy capaz… –dijo Joseph con una mirada aterradora.

- Adelante, atrévase si es que puede –dije.

- No me provoques, no me provoques –dijo entre dientes.

- ¿Sabe qué? ¡Usted es un asco de ser humano! admita que usted no es un buen padre ¡Es un maldito infeliz! –exclamé. Creo que desahogué totalmente mi coraje hacia él.

En cuanto le dije eso me pegó una bofetada en la mejilla, fue inesperado para mí, aunque sabía que podía ser capaz de eso, pero jamás me imaginé que lo llegaría a hacer, pasó muy rápido, cuando menos pensé sentí su pesada y grande mano lastimándome la cara, acto seguido, puse una mano sobre la mejilla donde me golpeó y lo miré con coraje.

- Golpéeme las veces que quiera, por que usted no ganará nada con hacerlo –dije indignada. Y de tanto coraje no pude contener las lágrimas.

- ¡Quiero que te largues de aquí de una buena vez! –exclamó prepotente.

- ¿Y qué pasa si no quiero? ¿Me va a golpear de nuevo?... vamos, hágalo, no me importa, yo defenderé a Michael las veces que sea necesario –dije sin ningún miedo.

- ¿Y qué ganas tú con defender a este idiota? –dijo Joseph con desprecio.

- ¡No le vuelva a decir así! –exclamé con coraje- Por que de verdad, usted no me conoce, y no sabe de lo que puedo ser capaz –dije. Él rió en forma de burla.

- Ah, ¿En serio? ¿Qué me podría hacer una muchachita como tú a mí? –preguntó retándome.

En ese momento llegó Katherine preocupada por la discusión que había entre Joseph y yo.

- ¿¡Qué ocurre!? –preguntó Katherine.

- Esta niña –Me apuntó con el dedo- regresó aquí, ¡Aún cuando yo le dije que no lo hiciera! –exclamó.

- Sí, lo hice, ¡Pero es por que Michael me importa y me preocupa! –dije. Katherine me vio confundida.

- ¿A qué te refieres? –preguntó Katherine.

- Bueno… creo que… usted debe de saber que Joseph golpea a Michael, y él ya hasta le tiene miedo a Joseph… ¿Acaso usted aprueba el hecho de que Joseph agreda a este niño?

- No, no lo apruebo, sólo que esa es la manera que Joseph lo educa, y creo que yo… no me debo de meter mucho en eso… –respondió Katherine insegura, pues Joseph era el que quería que las cosas fueran así.

- Exactamente –dijo Joseph con orgullo levantando el mentón.

- Pero, señora, Michael es sólo un niño, y ningún niño merece ser maltratado –dije tratando de hacer que entendiera.

- ¿No escuchaste? ¡Esa es mi manera de educarlo! –insistió Joseph.

- ¿Usted nunca va a entrar en razón verdad? –dije.

- ¡No! –respondió Joseph- ¡Tú no vendrás aquí a decirme de qué manera educar a mi hijo! –exclamó- además, no nos quites el tiempo, tenemos que ensayar, así que lárgate, y jamás en mi vida quiero volver a verte ¿Entendido?

- Yo quiero estar con Alex –se dirigió a mí y me abrazó. Mi corazón se partió en mil pedazos ya que sabía que Joseph no dejaría que volviese a ver a Michael.

- Te quiero, pequeño –dije abrazándole y en susurro. Algunas lágrimas comenzaron a recorrer mis mejillas

- ¿¡Qué te pasa!? ¡Ven acá! –Exclamó Joseph y jaló a Michael de un brazo para alejarlo de mí.

- ¡Alex!... –exclamó Michael mirándome triste y con sus ojitos llorosos. Interpreté eso como un: ‘No te vayas’.

En ese momento se acercó uno de los hermanos de Michael (Jermaine) sin tener idea de lo que estaba pasando.

- ¿Vamos a seguir ensayando, o no? –Le preguntó a Joseph.

- Sí –Respondió Joseph- ya terminé de dejar claro algo –Volteó a verme por unos segundos- así que allá vamos

Volteé a ver a Michael y él tenía la mirada baja, pude notar que tenía algunas lágrimas… yo no podía verle así, me partía el corazón verle llorando, también me daba tristeza que yo ya no podía hacer nada, ya no tenía posibilidad de seguir consolando a Michael cuando su padre lo tratara de esas maneras tan crueles, ni de hacerle sonreír de nuevo, él necesitaba eso, y parecía que yo era la única persona que podía comprenderlo (¿Tal vez sólo en aquél tiempo?)…

Joseph me echó la última mirada de desprecio, y me cerró la puerta en la cara. ¿A dónde podía irme? ¿Qué más podía hacer allí? ¿Cuál sería mi razón por no sentirme mal de haber viajado en el tiempo? La única razón que hacía que yo no me sintiese mal, era Michael, pero, si ya no lo iba a poder ver ¿Entonces cuál sería? Simplemente, ya no tenía…

Encendí la pulsera para contactarme con Josh, y contarle todo lo que pasó; gritaba con desesperación su nombre, pero no recibía respuesta alguna de él…

¡Josh, contesta! –exclamé con desesperación.

Es obvio que Josh tenía que atender sus asuntos, y no siempre iba a estar disponible para contestarme, pero necesitaba decirle lo que había pasado, era la única persona con la que me podía desahogar y contarle todo.

Me di por vencida y ya no quise seguir insistiendo. Me quedé como ‘una idiota’ sin saber qué hacer y escuché una voz masculina detrás de mí que al parecer me hablaba.

¿A quién le hablabas? –preguntó.

Volteé detrás de mí para ver quién era la persona que me estaba hablando y ¡Esa persona era Josh! ¡Ahí estaba él! sonriéndome. En cuanto me di cuenta que era él, le abracé. Esa fue mi primera reacción, estaba tan sorprendida y emocionada, pues de verdad lo necesitaba cerca de mí.

-¡Josh, estas aquí! –exclamé con lágrimas de alegría- ¿Cómo es que llegaste a este mismo año, y al mismo lugar? –pregunté sorprendida.

- Pues, supuse que llegaría aquí, no estaba seguro, pero me alegro de que así fue –respondió sonriendo. Me pareció muy amable que se haya arriesgado por mí, y aunque fuese Josh el "culpable" de que yo viajara en el tiempo, yo no le veía así y no le tenía rencor, si no hubiese sido por él, yo no hubiese conocido a Michael.

- Un momento… ¿Pero ya no podremos regresar al ‘presente’? –pregunté preocupada.



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¡Que vergüenza! :( de verdad, pasaron tantos meses (Casi 4) en los que dejé de subir novela, es que se me complicó hacer los capítulos por varias razones, espero que me disculpen.
Por cierto, ¡feliz navidad y feliz año nuevo! (un poco atrasados jeje) espero que este 2012 sea aún mejor para ustedes, y esté lleno de bendiciones (No crean en eso del fin del mundo xD)

Gracias a todas esas lindas lectoras que se toman el tiempo de leer la novela, y aún más les agradezco que dejen sus comentarios, pues es la única forma de saber que alguien la lee, si yo no viera nada de comentarios... simplemente dejaría de escribir, por que está hecha para ustedes que leen y comentan, y si no existe un "ustedes" no existiera mi historia...

Les contaré algo; estoy casi segura que algunas de ustedes se idetificarán con Alexandra McCain más adelante...

Si quieren saber qué pasará después, no pueden perderse el siguiente capítulo :)

Sé que éste fue muuuuy corto, pero si veo que comentan, subo de inmediato el otro ^^

Las quiero mucho, y las invito a que se animen a comentarme :) (Aunque no tengan cuenta pueden hacerlo) en el chat, o comentando como anónimo, yo se los agradeceré infinitamente.

Me despido, que se encuentren muy bien :D

xoxo

Capítulo 6: 'Yo te quiero más'


No resistí más; Me quedé profundamente dormida, por que realmente no pude contenerme, sentía los ojos pesados y muchísimo cansancio… yo no quería dormirme, pero ni me di cuenta cuando sucedió. Cuando dormía tranquilamente y sin preocupación alguna, escuché el agudo sonido que provenía de la pulsera, era Josh que estaba tratando de comunicarse conmigo…

Cuando desperté por causa del molesto sonido es cuando me di cuenta de que me había quedado dormida, de verdad le agradezco a Josh por haber hecho que me despertara… (Aún era de noche).

Encendí la pulsera.

- Hola, Josh –dije. Apenas podía hablar por que estaba totalmente somnolienta.

- Ehhh... ¿Estabas dormida? –preguntó.

- ¿Tú qué crees? –pregunté sarcástica- de verdad ni me di cuenta de cuándo me quedé dormida. Gracias por haberme despertado…

- ¿Lo dices sarcásticamente ó lo dices…?

- Lo digo en serio –interrumpí- yo no quería quedarme dormida

- ¿Y dónde te quedaste dormida? –preguntó preocupado.

- En un parque –respondí.

- ¡Alex, eso pudo haber sido peligroso! –exclamó.

- Lo sé, y por eso no quería dormir… ¿Sabes? ni siquiera he comido nada…

- ¿No has comido nada? –preguntó preocupado- Niña, me preocupas, al menos deberías pedir comida en la casa de Michael

- No conoces a su padre, él es un hombre muy malo, ¿Qué le importaría si yo muero de hambre? (No quise entrar más en detalles sobre lo que había ocurrido cuando Michael y yo estábamos en el parque)


- Pero...

- Tranquilo –interrumpí- sí he podido superar esto… estoy segura de que puedo superar más

- No seas tan confiada… y de verdad me gustaría poder estar contigo y apoyarte…

- Pues entonces ven, por favor –supliqué.

- Quisiera poder ir… de verdad quisiera…

- ¿No puedes? –pregunté.

- Es que estoy tratando de averiguar como hacer que vuelvas al presente, si yo voy contigo… ninguno de nosotros dos podremos regresar…. Y a decir verdad, la máquina del tiempo me puede llevar a otra época del pasado distinto a la tuya

- Entiendo… –suspiré- de verdad extraño a mi familia, y mucho…

- Deben estar preocupados… de verdad, lo siento mucho, yo no había pensado en tu familia… estaba tan emocionado por probar mi invento (La máquina del tiempo) que no me fijé en tantos detalles importantes…

- Y yo no creía en máquinas del tiempo… Oh Dios, he vivido cosas bastante ilógicas estos días…

- Por cierto… –cortó- ¿Quieres que contacte a tu familia para que sepan dónde estás? –preguntó.

- No… –respondí- dejémoslo así, no te creerían, hasta sospecharían que tú me secuestraste, ó algo así...

- Tal vez, ¡Pero ellos deben estar demasiado preocupados por ti! –exclamó- Dios mío, ¿Qué he logrado?, perdóname, Alex

- Josh, no tienes que pedirme perdón, sé que no veré a mi familia por un tiempo… no sé por cuánto, pero podré tener la oportunidad de cambiar el destino de un hombre, que alguna vez necesitó a alguien que al menos le pudo brindar un poco de alegría…

- Pero tu familia también es importante, piensa que tal vez encuentre la manera de regresarte al presente, ya no podrás más cambiar el pasado de Michael

- Lo sé, pero él se ha convertido en alguien importante para mí, no quiero dejar su pasado así

- Pero, ¿Y tú familia…?

- Algún día ellos lo entenderán

- ¿Estás diciendo que prefieres quedarte en el pasado? –preguntó.

- Creo que sólo por un tiempo, pero al mismo tiempo pienso en mi familia –Suspiré- estoy ‘entre la espada y la pared’…

- Alexandra, yo te comprendo, sé que eres una buena chica que quiere alegrarle un poco la vida a Michael, pero ¿No crees que deberías pensar más en ti? –preguntó.

- Es que, también pienso en mí, porque quisiera que Michael alguna vez me recuerde como la chica que trató de hacerle feliz

- Yo sé que no lo haces tanto por eso, sino para que él sea feliz, y ya.

- ¿Acaso eso es malo? Yo no lo creo

- No, no es malo, todo lo contrario, tú quieres ayudar a un hombre que tuvo un pasado triste, eso habla muy bien de ti

- Gracias…

- Si puedo lograr la manera de llegar hasta contigo para cuidarte y mientras poder hacer que los dos volvamos al presente, juro que lo haré

- Espero que lo logres, y si no puedes, creo que yo puedo sola

- ¡Diablos, todo es mi culpa! –exclamó avergonzado.

- Yo no te estoy culpando de nada. Tal vez estoy pasando por momentos difíciles, pero por otro lado, te lo agradezco, porque por ti, tengo la oportunidad de cambiar un poco la infancia de Michael

- ¿Agradecerme? Pero… ¿Agradecerme qué? ¿Que estés pasando hambre? ¿Que no tengas donde dormir?

- Yo no estoy tomando en cuenta eso… yo quiero ser fuerte

- No tendrías que serlo si no fuese por mí –se lamentó Josh.

- No seas tan cruel contigo mismo –dije tratando de que no se sintiera culpable.

- ¿Cómo no serlo?... dime, ¿Quieres que busque a tu familia y les diga sobre esto? –preguntó insistente.

- Te pido por favor que no lo hagas, aún…

- Bueno… si no quieres, no…

- En fin, es mejor que duermas Josh, es de madrugada y tú deberías estar dormido

- Oh, no te preocupes

- El preocupado eras tú, gracias por estar al pendiente de mí –Sonreí.

- De nada… yo ocasioné esto, y es lo menos que puedo hacer

- Josh, te pido que no vuelvas a decir esas cosas, ¡Por favor! –exclamé.

- Pero…

- ¡Pero nada! –exclamé- promételo ¿Sí?

- De acuerdo…

- Nos vemos luego, Josh

- Comunícate conmigo para cualquier cosa, ¿Está bien?

- Sí, adiós –apagué la pulsera.

Como no podía quedarme dormida de nuevo, empecé a caminar por las calles para “Matar el tiempo” lo bueno es que había descansado un poco, pero aún tenía mucho sueño. En fin, llegó la mañana y me dirigí a la casa del pequeño Michael y toqué la puerta, acto seguido, la señora Katherine la abrió.

- Buenos días –dije sonriendo.

- Buenos días –respondió devolviéndome la sonrisa.


- ¿Y… Michael dónde está? –pregunté.

- Joseph ya lo llevó a la escuela –respondió con un poco de seriedad- escucha, te tengo que decir algo…


- ¿Qué me va a decir? –pregunté extrañada.

- Pues… Joseph me dijo que te despedía… –dijo avergonzada.

- ¿Qué? ¿¡Me despidió!? –pregunté confundida.


- Sí, él dice que lo pensó bien y él no quiere que ‘una extraña’ cuide de Michael,
yo le dije que no tenía por qué preocuparse por eso pero no lo hice entrar en razón

- Pero, ¿Por qué Joseph me odia? –pregunté con los ojos llorosos.

- No, no te odia, es sólo que él es así, le gusta tener el control de todo, incluido Michael, así que no te lo tomes personal


- Pe-pero –tartamudeé- yo lo estaba cuidando bien –dije triste.

- Yo lo sé, pero, desgraciadamente él no piensa eso… por cierto –cortó- te he visto con la misma ropa desde que te conocí… tienes ojeras… y... presiento que algo te pasa… –dijo insinuando.

Dios, Katherine empezó a sospechar que algo extraño me sucedía, claro está que sólo me quedaban dos opciones: Decirle la verdad o seguir mintiendo.
Yo nunca he sido amante de decir mentiras, sólo cuando es realmente necesario, hubiese querido decirle toda la verdad pero no me creerían, me juzgarían de loca, además de que Josh me advirtió que no dijera ni una sola palabra sobre ello. Tenía que pensar rápido una respuesta lógica…

- Yo… le tengo que decir la verdad… –dije con mi voz quebrada.

¿Qué rayos me sucedía? ¿Cómo es posible que estuviera a punto de querer decirle la verdad? , tomando en cuenta que me tomó segundos “decidirlo”

- Dime –dijo confundida.

- Primero quiero saber si… si puedo confiar en usted y que prometa no decírselo a nadie, es que de verdad necesito decirle a alguien esto y desahogarme…


- ¡Claro que puedes confiar en mí! Y te lo prometo, vamos, dime qué sucede –dijo preocupada.

- Sonará demasiado irónico, pero tiene que creerme por que es verdad… yo... vengo del.... –no me atrevía a decirlo.


- ¿Sí? –cortó- ¿¡Del qué!? –preguntó confundida.

- Del…

Estaba a punto de decirlo cuando salió Joseph de su habitación y se dirigó con nosotras, ¿¡Por qué tuvo que interrumpir!?.

- ¿Qué demonios haces aquí, muchachita? –preguntó enojado.

- Pues yo era la niñera de Michael, yo lo cuidaba, ¿¡Por qué me despidió!? –pregunté indignada.


- Tú lo dijiste, eras, ya no lo eres más, ni lo serás, no te necesito, ¡Así que adiós! –exclamó.

- Usted no sabe por cuantas cosas he pasado, así que si no sabe le pido que no me haga esto por favor –le dije tratando de contener el llanto.


- ¿De qué hablas, muchacha loca?

- De nada… –mentí para no tocar el tema de mis padres y la ‘Máquina del tiempo’.


- No sé por que te interesa tanto cuidar a mi hijo –hizo énfasis.

- ¡Él es importante para mí! –exclamé.


- ¿Por qué? creo que para él eres una total desconocida

- ¿Cómo está tan seguro? –pregunté- Tal vez él me ve como una amiga en quien puede confiar, ¡Tal vez a mí no me tiene miedo como a usted! –exclamé.


- Suficiente, ¡Fuera de mi casa! –exclamó furioso.

- Calma Joe, calma –le dijo Katherine.


- Tú te callas mujer –le dijo Joseph a Katherine despóticamente.

- ¿De verdad se atreve a gritarle a una mujer? ¿Y a su propia esposa? Usted es un hombre despreciable –dije con coraje.


- ¿Cómo me dijiste? –me dijo Joseph a punto de acercarse a mí mirándome con rabia y de una manera intimidante (Parecía que quería golpearme) pero Katherine trató de detenerlo.

- Niña, mejor vete, por favor –me dijo Katherine para evitar más problemas entre Joseph y yo.

En silencio me retiré y dándome cuenta de que al parecer todo estaba perdido, no había forma de convencer a ese hombre para que me permitiera seguir cuidando a Michael, estaba lejos de mi familia, sola y con hambre. De repente vi a un sujeto que se bajó de un carro y se me acercó…

-Niña... ¿Vienes sola? –preguntó. Me dio mucho miedo.

- Aléjese de mí, yo no lo conozco –dije temerosa.

- No me tengas miedo, si estás sola yo te puedo hacer compañía, vamos, sube a mi carro –susurró con una sonrisa ‘maliciosa’. Sabía que ese hombre tenía malas intenciones.

Corrí lo más rápido que pude, apenas podía respirar. Me escondí detrás de unos árboles y al final lo perdí de vista. Nunca me había encontrado con alguien así, y todo esto me pasaba por estar sola.
Comencé a llorar y escuché que la pulsera comenzaba a sonar así que la encendí.

- ¡Alex, hola! –me saludó y notó que yo estaba llorando- ¿Qué sucede? ¿Por qué lloras? –preguntó preocupado y triste.

- Es que –traté de contener un poco el llanto- me siento sola, ya no puedo soportar estar aquí, ¡No puedo más, Josh!

- Cálmate, Alex, te iba a dar una noticia…

- ¿Otra noticia? ¿Supongo que es mala, no? No lo dudo, todo lo malo me está pasando a mí –por quejarme no permití que Josh me dijera la noticia


- ¿Qué ocurrió? –preguntó preocupado.

- El papá de Michael me despidió, ya no podré cuidar de él, y hace un rato un tipo desconocido se me acercó con malas intenciones, pero no te preocupes, no me pasó nada por que me alejé de él corriendo…


- ¡Dios mío! Alex, entonces no me arrepiento de haber tomado esta decisión…

- ¿Cuál decisión? –pregunté intrigada.


- Estuve pensando y decidí que… iré al pasado contigo…

- ¿Es en serio? –pregunté atónita.

- Sí… –respondió- necesitas que alguien esté contigo para cuidarte


- ¡Pero eso significa que no podremos regresar al presente! –exclamé.

- Probablemente no, pero…


- ¡Y además no sabes a dónde te llevará la máquina del tiempo, tal vez no te traiga al mismo lugar! –interrumpí.

- Valdrá la pena arriesgarme… como te dije antes, yo tuve la culpa, y tú estás sola, si te pasa algo, no me lo perdonaría…

- Creo que mejor deberías quedarte en el presente y averiguar como hacer que yo vuelva

- ¡Pero estás sola! ¡Me preocupas! ¡Entiende, Alex! ¡Por favor! –exclamó tratando de que yo entendiera.

- ¿Para que no podamos regresar nunca más? Es mejor no arriesgarse –Quería convencerlo de que no viajara en el tiempo.

- De acuerdo… mejor veré qué hago para regresarte…

- Bueno… aunque yo no sé si quiero regresarme… ¡Michael me necesita! –exclamé.

- Y tu familia también, Alex, tu familia también…

- No vuelvas a mencionarme a mi familia, me pongo mal, me da tristeza, ellos deben creer que estoy perdida, ¡O que alguien me secuestró!

- Por eso lo digo –Suspiró- piensa qué es más importante, Michael, ó tu familia…

- Ambos, y... disculpa, pero me tengo que ir

- ¿A dónde irás? –preguntó.

- A ver a Michael… –respondí.

- Creí que te habían despedido… –dijo esperando respuesta.

- Sí, pero aún así iré con él, hablamos después, gracias por haberte contactado conmigo

- Cuídate mucho… por favor –me dijo con un tono de voz serio.

- Sí, te agradezco que te preocupes por mí

- Es lo menos que puedo hacer –dijo avergonzado y con la mirada baja.

- Josh, te dije que no te pusieras así, ¡Ya hablamos de eso!

- Bien… –dijo aparentando que ya no se sentiría culpable, pero yo sé que lo dijo por que se lo pedí, pues no valía la pena lamentarse, quiero decir... ¿De qué serviría?.

- Adiós

- Adiós, Alex

Apagué la pulsera, y me dirigía a la casa de Michael (Supuse que ya había salido de la escuela). Cuando me iba acercando a la casa, ¡Nunca me imaginé que vería a Michael afuera de ahí y llorando!, él estaba sentado en un escaloncito cerca de a puerta, con el cuerpo encogido y recargando su rostro en sus brazos. Me traté de acercar un poco, pero no lo suficiente como para que Joseph me viese…

- ¡Mike! –grité (No muy fuerte). Él levanto su cabeza me vio y acto seguido fue corriendo a mí. Me agaché para abrazarlo con todas mis fuerzas- ¿Qué pasó, pequeño? –pregunté preocupada.

- Joseph me golpeó –me dijo sollozando y con sus ojitos llenos de lágrimas. Me lo dijo como un grito desesperado de ayuda.

Claro, ese cruel hombre era el único que podía hacerle llorar, ¡Joseph era realmente un monstruo! Michael era demasiado sensible como para recibir todas esas agresiones de su terrible padre.

- ¿Y por qué te golpeó? –pregunté indignada.

- Me dijo que ya nunca volverías a la casa por que él ya no quería, y yo me enfadé con él, y le dije que tú eres mi mejor amiga, y me dijo que no volviera a decir ‘tonterías’, pero no es tontería –me dijo entre llanto y pausas- Alex, no te vayas por favor –comenzó a abrazarme con más fuerza.

- Escucha, Mike, aunque tu padre ya no quiera que te cuide… yo siempre estaré ahí para ti, recuerda que somos amigos, y a los verdaderos amigos nada ni nadie los separa

Quería que Michael supiera eso, ya que yo estaba hablando en serio, no sólo se lo dije para tranquilizarlo, fue para que se diera cuenta que él podía contar con alguien, en ese mundo tan triste y frio en el que estaba viviendo.

- ¿Es enserio? –preguntó mirándome a los ojos. Yo le veia sus hermosos y grandes ojos negros brillar al haber escuchado eso.

- ¡Totalmente! –afirmé.

- Te quiero mucho –dijo abrazándome.

La verdad nunca esperé que Michael me dijera algo así, por que yo hace un par de días era una total extraña para él, llegué a pensar que hasta desconfianza me tenía, y de alguna manera me convertí en alguien especial para él, igual que él para mí... dicen las 'malas lenguas' que jamás te tomes en serio las palabras de un niño, pero ¿Saben algo? yo no creo en eso, es absurdo, por que cuando un niño te llega a decir algo así, es por que realmente lo siente, y no lo dice sólo 'por decirlo' como algunos adultos (Que lo dicen por hipocresía)... y será algo que nunca olvidaré…

- Y yo, te quiero más

- Alex… le tengo mucho miedo a Joseph…


- Calma, Mike, yo estaré siempre a tu lado para defenderte, es una promesa, y como las promesas siempre se deben de cumplir, en este mismo momento iré con Joseph ¡Para decirle que nunca jamás te vuelva a golpear!



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¡Mil gracias por la espera! :) no había podido escribirlo por falta de tiempo (Las tareas de la escuela) y bueno, espero sus lindos comentarios, que son los que me hacen seguir con la novela, subiré el siguiente capítulo hasta los 10 comentarios :D así que, por favor, comenten :)
si no tienen cuenta en blogger/google de todas formas pueden comentar como 'Anónimo' abajo, o en el chat ^^


Cambiando de tema, quise hacer la siguiente imagen por motivo de los 10 años de esta trágica fecha:


Mi más sentido pésame a las familias de estas personas, y sólo me queda decir: BASTA DE VIOLENCIA, queremos un mundo mejor, donde el hombre no quiera destruir a sus semejantes de estas maneras tan atroces... 'Si quieres hacer del mundo un lugar mejor, mírate a ti mismo y haz el cambio' .

Capítulo 5: '¿Cuánto más podré soportar?'


Dejé de balancearme en el columpio y derramé una lágrima, Michael no lo notó, pero él también se detuvo y me miró confundido….

- ¿Qué sucede, Alex? –preguntó con su mirada preocupada.

- Oh, no es nada, es que… me mareé un poquito, es todo –mentí y fingí una leve sonrisa.

-¿Podemos ir a otro juego? –preguntó.

-¡Claro que sí! –exclamé sonriendo. Nos bajamos de los columpios y nos dirigimos a la resbaladilla. Él se empezó a subir en la escalera del juego y se deslizó. Debieron ver su expresión al estar en aquél parque, se veía bastante feliz y se estaba divirtiendo mucho. Era como uno de esos recuerdos que desearías llevar contigo siempre.

Algo que adoraba de Michael, era su inocencia. Sí, esa virtud hermosa de todo niño, al cual sólo le gustaría jugar todo el día, (Lo cual lamentablemente, Michael no podía hacer) sin pensar en problemas, y dejándote llevar por la felicidad que te causa la diversión. Él era un niño con un espíritu limpio y tenía que disfrutar esa etapa de la vida cuando se es pequeño, por que verdaderamente esas épocas se van volando cuando menos te das cuenta.

Después de que el pequeño Michael se subió a todos los juegos, y pasara un momento agradable, nos sentamos en una banca que estaba en el parque.

-Jamás me había divertido tanto, gracias –dijo sonriendo. Al escuchar eso, quería llorar de felicidad, logré mi objetivo: Verle feliz. Yo no sabía que Michael Jackson había tenido una infancia tan dura y triste, me sentí afortunada por tener la posibilidad de cambiar eso, a pesar de que también sabía que podría haber un impedimento… su propio padre…

-No me agradezcas, Mike, lo hice con mucho gusto –sonreí.

-¿Te puedo decir algo?... –preguntó un poco tímido.

-Claro que sí, pequeño –sonreí- dime

-Eres… mi mejor amiga –esbozó una linda sonrisa. Mis ojos se llenaron de lágrimas y lo abracé, él recargaba su cabeza en mi hombro, mientras yo lo rodeaba con mis brazos, dándole calidez y haciéndole sentir que había una persona que podía comprenderlo, me sentí como una madre dándole amor a su hijo.

- Y tú eres mi mejor amigo –dije mientras le abrazaba. Aquél momento hermoso y perfecto se convirtió en uno de preocupación y miedo, pues escuché la voz de Joseph gritando (No muy a lo lejos): '¡Cuando te encuentre ya verás lo que te va a pasar!'. Era obvio que nos vería en el parque pues su voz se escuchaba muy cerca de nosotros. Yo volteé a todos lados para ver dónde se dirigía él y si estaba cerca del parque. Mi corazón empezó a latir muy fuerte, yo no quería que ese hombre regañara o golpeara a Michael, no me lo perdonaría, por que yo tendría la culpa…

Acto seguido, nos levantamos de la banca. Pude notar el gesto de preocupación de Michael, con la mirada llena de miedo. Sus pupilas se movían de un lado a otro, y respiraba un poco agitado, parecía como si estuviese pensando en lo que el cruel de Joseph podría hacer al verle en el parque conmigo.

- Alex, ya viene Joseph –dijo preocupado.

- Tr-Tranquilo… él no te hará nada, no lo permitiré –dije tratando de tranquilizarlo y le tomé de la mano. Cuando menos lo esperaba escuché a Joseph diciendo '¡Aquí estabas, maldito!', volteé a mi lado derecho y ahí estaba él, lleno de furia, Michael me tomó la mano con más fuerza, sabía que era por que empezaba a tener miedo.

- S-señor…. puedo explicarlo –le dije con mi voz totalmente quebrada del miedo. Joseph no dijo ni una sola palabra y se dirigía a Michael con una mirada intimidante. Michael recargó su rostro con miedo a mi cintura (Por su estatura) mientras me abrazaba. Joseph tomó bruscamente del brazo a Michael.

- Sabes perfectamente lo que te va a pasar –le dijo con coraje a Michael, yo inmediatamente me acerque a Joseph y le dí un leve empujón (Dios mío, ¿Cómo me atreví? Fue un impulso, supongo… no sabía qué otra cosa hacer) acto seguido, puse mis manos en mi boca al darme cuenta de lo que yo había hecho, en ese momento sólo pensé "¡Trágame tierra!".

- ¿¡Qué crees que acabas de hacer, estúpida!? –me dijo lleno de rabia.

- Disculpe, yo no quería, ¡Lo siento! –le dije temerosa. Él me miró fijamente a los ojos con coraje, acto seguido, dirigió su mirada a Michael.

- Niño del demonio, te estaba esperando para que fueses a ensayar ¡Y tú muy a gusto divirtiéndote! Además ni has comido, pero claro… prefieres venir a este maldito parque, esto no se va a quedar así, ahora mismo te daré una lección que no olvidarás –le dijo Joseph.

Mi corazón se aceleró como nunca. Joseph empezó a quitarse el cinto del pantalón, lo levantó y estaba a punto de golpear a Michael, acto seguido, me interpuse para evitarlo y el cinto me golpeó en el brazo (Inmediatamente una marca roja apareció y me empezó a doler muchísimo). Me miré el brazo y después volteé a mirar Joseph, yo no podía contener el dolor pero trataba de no darlo a notar.

- Tú tuviste la culpa, eres tan tonta que te atravesaste ¡Así que no me reclames nada! –exclamó.

- ¿Sabe algo? Yo no le reclamaría que me dio el golpe a mí, sino que usted le iba a dar un golpe a su propio hijo, ¿¡Cómo diablos se atreve a hacer eso!? –le pregunté enojada.

- A ti no te importa, niña entrometida –me dijo Joseph.

- Pues aunque no lo crea, sí me importa, y mucho… –le dije.

- ¿Por qué? Él es mi hijo, ¡y yo lo puedo tratar como a mí me de la gana! –exclamó Joseph.

- ¿¡Pero por qué recurrir a la agresión física!? Por si no lo sabía, él tiene sentimientos, y lo que usted hace es una crueldad terrible, tiene que reconocer que está en un error –le dije.

- ¡Claro que no! –exclamó Joseph.

- ¡Claro que sí! –exclamé- por que usted no sólo hiere su cuerpo, hiere su corazón –le dije y Joseph soltó una carcajada en forma de burla.

- ¡Esa es una estupidez! –exclamó Joseph.

- ¿Estupidez?... señor, usted es el padre de Michael y al mismo tiempo debería ser como su héroe, su amigo… ¿Sabía que Michael le tiene miedo? ¿Cómo pudo usted lograr algo así? –le pregunté.

- ¡Muchachita insolente! –exclamó Joseph- no es justo que este tonto me hizo perder tiempo, teníamos que ensayar ¡Y no lo hizo! –exclamó enojado- no sabes cuánto te odio... –le dijo a Michael.

Al oír eso Michael bajó la mirada y noté que empezó a sollozar, Dios, ¿¡Por qué ese señor era tan malvado!? ¿Cómo podía odiar a su propio hijo?.

- Usted no lo odia… sólo quiere educarlo de una manera demasiado agresiva, y equivocada… -dije.

- ¿¡Y tú qué sabes!? –exclamó Joseph.

- Por que me doy cuenta –le respondí.

- Me importa un bledo lo que pienses –me dijo Joseph.

- Pues debería de importarle… –le dije con mi tono de voz serio.

- ¿Acaso te pedí tu opinión? –me preguntó Joseph sarcástico.

- ¿Por qué es tan grosero? –le pregunté.

- ¿Grosero? Más te vale que te disculpes o te despido –dijo Joseph prepotente.

- ¿Disculparme? ¿¡Por qué debería disculparme yo!? –pregunté indignada.

- ¡Por que eres una niña grosera y malcriada! –exclamó Joseph- además, ya te dije, si no te disculpas, te despediré…

Es obvio que no me quedaba otra alternativa, yo no quería que me despidiera, ya que si me despedía… no podía estar cerca de Michael…

- Lo siento… –musité (Me sentí obligada de hacerlo).

- Yo… también, lo siento… –dijo Michael cabizbajo a Joseph.

- No, Michael... fue mi culpa, por favor no le golpee, señor, yo le prometo que esto ya no volverá a suceder –le dije a Joseph, él no me contestó.

- Vámonos –le dijo Joseph a Michael- por cierto, mi esposa dijo que ya lavó tu ropa –me dijo un poco más tranquilo. (¿Lo habré hecho recapacitar?... lo dudo...)

- Iré por ella… –le dije.

Nos fuimos a su casa, en el camino ninguno dijo nada, al parecer ya se había calmado un poco (Gracias a Dios). Katherine me dio mi ropa, afortunadamente no me preguntó nada de lo ocurrido, yo estaba algo avergonzada pensando que tal vez lo haría…

Le pedí a Katherine ir a su baño para cambiarme de ropa y sí me lo permitió. Me puse mi ropa, le devolví el vestido que me había prestado y le agradecí.

- ¿Y ya podrás dormir en tu casa, verdad? –me preguntó Katherine.

- Sí… –mentí- no se preocupe –fingí una leve sonrisa.

Si hubiese dicho ‘No’, creo que a Joseph no le hubiese parecido bien que yo me quedara una noche más en su casa, y sinceramente, no quería dar más molestias…

- Qué bueno –me dijo Katherine sonriendo.

- Sí –sonreí- bueno… nos vemos mañana –le dije a Katherine. Michael estaba en su habitación y alcanzó a escuchar lo que dije y se acercó corriendo conmigo.

- ¿Ya te vas, Alex? –preguntó Michael triste.

- Sí, pequeño –me agaché y recargué una mano en su mejilla- tengo que ir a mi casa… –mentí.

- No te vayas –me dijo abrazándome (¡Que niño tan más dulce!, nunca me arrepentiré de haberlo conocido)

- Mañana estaré aquí, te lo prometo –le dije.

- Vale –sonrió- y gracias –me susurró dulcemente en el oído. Yo sonreí.

- De nada –le susurré en el oído.

- ¿Están contándose un secreto? –bromeó Katherine cruzándose de brazos. Michael empezó a reírse y yo también.

- Así es, ¿Verdad, Mike? –bromeé.

- Sí –dijo Michael riéndose y 'siguiéndome la corriente'.

- ¡Oh! Está bien –dijo Katherine riéndose. Le dí un beso en la mejilla a Michael, me despedí y me fui (Pero me quedé con la preocupación de lo que su padre pudiese hacerle a Michael).

Como ya saben, yo no tenía dónde dormir… y ya era de noche… las calles estaban algo oscuras y tenía mucho miedo. Comencé a tener algo de frío (Tal vez era otoño o invierno…) me encogía los brazos sobre mí misma (Por suerte llevaba un saco, pero aún así tenía frío).

Me dirigía al parque ya que era la única parte que conocía y podía estar… Lograba aún ver los columpios y me senté en uno de ellos, pues no quería dormir, si dormía no quería ni imaginarme en lo que me podría pasar, pero igual pensé en todas las horas que me tenía que quedar despierta, además, ¡Ni siquiera había comido! Tenía el estómago vacío (Literalmente) y tenía mucha hambre… no podía soportar todo esto… aunque superé algunas expectativas de mí, nunca creí ser tan fuerte en el sentido de: Tratar de sonreír cuando quisiera llorar, callar cuando lo ideal sería gritar a todos de mi angustia, consolar cuando necesitaba consuelo, querer hacer a alguien feliz cuando se tiene el corazón en pedazos…

Me acosté en el pasto y empecé a contemplar el precioso panorama del cielo, y pude ver la hermosa luna y las estrellas… Me empezaron a llegar recuerdos de mi infancia y comencé a llorar, ya no era por que sabía que era adoptada, si no por que empezaba a extrañar a esas personas que formaron parte de mi vida, esas personas que crearon eso recuerdos tan lindos e importantes… a esas personas las cuáles yo llamaba ‘familia’, y sin duda, les tenía mucho que agradecer… los necesitaba junto a mí, pero ya no los tenía… y tuve que renuciar a todo ello para poder hacer feliz a un pequeño que necesitaba a alguien que lo entendiera. Y menuda locura… ese pequeño se trataba del ‘Rey del pop’. Era increíble, y seguía sin asimilarlo…

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¡Dios mío! Creí que jamás iba a poder subir este capítulo... ¡Me tomó TODO el Domingo escribirlo! además de que lo copié y pegué desde el word tuve que acomodar bien el texto (2 veces) pues se copió todo mal (Me refiero a que no ordenadamente...)

Por cierto, después se irá revelando cuántos años tenía exactamente Michael y Alexandra, y qué año era el año actual :D y si quieren saberlo, no pueden dejar de leer la novela :)

y de verdad MIL GRACIAS a todas las lectoras que comentan, ya les he dicho lo importantes que son para mí sus opiniones, y en serio sus comentarios me hacen muy feliz :)

Bueno, si este capítulo llega al menos a los 10 comentarios (o más :D), subiré el otro :D y si no... pues no :( Ya saben que aunque no tengan cuenta en google, o cuenta blogger
PUEDEN COMENTAR COMO "ANÓNIMO" sin tener cuenta, o también en el chat de al lado :) Desde ya, les doy las gracias
:D Dios l@s bendiga a tod@s

xoxo

Capítulo 4: 'Estamos en problemas'



Pasaron los minutos y esos minutos se volvían horas… yo no podía dormir, cerraba los ojos pero la preocupación me invadía. Me movía de un lado a otro tratando de encontrar una posición en la que me quedara profundamente dormida… ¿Les ha pasado algo así? Es horrible, sabía que si no dormía al siguiente día iba a estar muerta de sueño, ya que me esperaban muchas cosas por lo visto…

Después de tratar de no pensar en nada, ni de que mi mente se hiciera miles de preguntas y pensamientos de lo que estaba pasando, pude al fin dejar mi mente en blanco, y pude quedarme dormida… lo malo es que no dormí lo suficiente, pero sí pude descansar un poco. Un despertador (Reloj) empezó a sonar y yo me asusté por el sonido, me dio como un “Mini-Infarto” pues estaba profundamente dormida. Desperté somnolienta, bostecé, me talle los ojos con las manos y trate de desperezarme. Aún creía tener la posibilidad de despertar en mi casa, pensando que todo era mi imaginación, pero miré a todos lados y me di cuenta de que no fue así.

Los chicos se despertaron…

- Buenos días –dije. Ellos me contestaron igual.

- Levantémonos, tenemos que ir a la escuela –dijo uno de los chicos.

Bajé de la cama y me asomé a la cama de arriba (Donde estaba Michael) y vi que él quería seguir durmiendo, obviamente sospeché que iría Joseph a regañarlo, yo quería evitar eso así que le empecé a hacer cosquillas, él se despertó y empezó a reírse sin parar.

- ¡Basta, Alex! –me dijo Michael entre risas. Yo también me empecé a reír con él, pero por desgracia en ese momento Joseph abrió la puerta de la habitación y se cruzó de brazos, yo no sabía que cara poner y volteé a otro lado, pero al final decidí salirme de la habitación, vi a Jackie y le dí los buenos días, él me respondió igual y se fue a su habitación. Después me encontré con la señora.

- Buenos días –dijo sonriendo.

- Buenos días –respondí sonriendo también.

- ¿Dormiste bien? –preguntó.

- Sí, sí dormí bien, gracias por haberme dejado dormir anoche aquí, son muy amables

- No, no es nada –sonrió- Quería comentarte que se me hizo injusto que Joseph no te pagara por una semana sólo por dormir esta noche y lo convencí para que sí te pagara

- ¿¡De verdad!? Muchísimas gracias, señora –dije agradecida sonriendo (No me importaba el dinero, lo que me importaba era cuidar de Michael, sólo que si me pagaban podía comprar algo para comer, no creo que el señor Joseph me hubiese querido dar algo de comida).

- No me digas señora, dime Katherine –dijo amable y sonriendo.

- Está bien, Katherine –sonreí- ¿Podría pedirle un favor? –pregunté tímida.

- Claro –respondió amable.

- ¿Tiene algún vestido que me preste? Es que… la ropa que tengo en mi casa… se me quemó hace unos días –mentí.

- ¿De verdad? –dijo impresionada- Sí, claro, ven, ya te presto uno

Se levantó de la silla donde estaba sentada, se dirigió a su habitación y yo la seguí. Buscó un vestido en su armario y me lo dio (Por cierto, el vestido era color beige, con estampados, simplemente hermoso). No dudo que le haya parecido extraña mi forma de vestir 'muy de los 90's', más "juvenil" y "moderna" que como se vestían en los 60's.

- Gracias por prestármelo, está precioso –dije.

- De nada, cuando querías que te preste otro, sólo me dices –sonrió.

- Es usted muy amable –sonreí.

- Puedes cambiarte de ropa en el baño, y… –tomó una bolsa de plástico negra- aquí puedes guardar tu ropa, yo la lavaré

- Oh no, no se preocupe, de verdad, yo la lavo –insistí.

- No-no… es lo menos que puedo hacer por el mal rato que ayer te hizo pasar Joe…

- No hay problema, en serio –dije tratando de no ser una carga ni de aprovecharme de su gentileza.

- De verdad yo lo hago –sonrió. A mí me dio bastante vergüenza que ella me hiciera esos favores, pero si yo seguía diciendo 'No se preocupe' ella amablemente seguiría insistiendo.

- Está bien, muchísimas gracias –sonreí.

- No es nada –sonrió.

Me dirigí al baño sin preocupación de que Joseph me regañara pues Katherine me dio permiso. Me cambié de ropa y la mía la guardé en aquella bolsa de plástico. Salí del baño y le di la bolsa a Katherine. Después de un rato, Michael y otro chico (Que supongo era su hermano) se vistieron para ir a la escuela y salieron de la habitación junto con Joseph

- S-señor… si quiere yo podría llevarlos a la escuela –le dije a Joseph.

- ¿De verdad? –me preguntó.

- Sí-sí, sólo dígame la dirección de la escuela y con gusto los llevo y también podría ir por ellos

- Eh… de acuerdo, ya que insistes…

Joseph me dijo la dirección de la escuela pero como yo conocía las calles no sabía dónde se encontraba dicha escuela. Fingí saber la dirección, sabiendo que los chicos podían decirme el camino ya que habían ido a la escuela antes. Los chicos se despidieron de Katherine y… Joseph no se tomó la molestia en despedirse de ellos… sólo se dirigió a su habitación, no se me hizo extraña su actitud…

Salimos de la casa, y le pregunté a Michael si sabía el camino para llegar a su escuela, y me dijo que sí, así que los tomé a ambos de las manos mientras Michael y el otro chico (Marlon) me decían el camino para llegar. Dentro de un rato llegamos y me despedí de ellos. Le pregunté a una maestra la hora de salida, ella me respondió, le agradecí y acto seguido, me fui.

Como no sabía a dónde irme sólo vagueaba por ahí (Eso sí, tratando de no perderme). Recordé que llevaba la pulsera que Josh me dio y le piqué al botón para prenderla, pero la pantalla estaba gris, no se veía nada, al parecer él no estaba.

- ¡Josh! –dije con un tono de voz alto cerca de la pulsera, y tratando de que nadie me viera para que no me juzgaran de loca… pasaron unos segundos y yo le seguía hablando hasta que se encendió la pantalla y lo logré ver.

- Oye, niña, estaba dormido y me despertaste, si querías decirme algo espero que sea algo importante –dijo.

Uh, lo siento –dije sarcástica- por tu culpa me regañaron ayer y no sólo a mí, si no que también a Michael –dije con algo de enojo.

- Sí y tú apagaste la pulsera cuando yo iba a hablar

- Eso no importa –corté- lo que hiciste tú fue peor, y gracias a ti no tengo dónde dormir

- Renta un hotel

- Por lo visto aquí no hay hoteles, y aunque hubiese, ¡No tengo dinero!, tienes que encontrar la manera de sacarme de aquí, además, todo esto es muy confuso

- ¿Por qué? –preguntó.

- Dime… –corté- si yo tratara de hacer algo bueno por Michael… ¿De que serviría? –pregunté.

- ¿Piensas hacer algo bueno por él? –preguntó confundido.

- Quiero tratar… –respondí- pero igual no sirve de nada, parece ser que estoy en los 60’s (Lo supuse ya que muchos usaban afro) en esos años él era un niño y el Michael del presente ya vivió todo esto y es imposible que yo lo pueda cambiar, ¿Verdad? –pregunté. Estaba curiosa por saberlo.

- No –respondió- estás actualizando su pasado, él lo recordará como si siempre hubiese sucedido ya que tú lo estás modificando y manipulando su mente y sus recuerdos... y no sólo los de él, si no
que también de los que te rodean... te pido que seas cuidadosa con lo que digas y hagas. Para que entiendas mejor, estoy casi seguro de que si me contacto con Michael ahora y le preguntara sobre ti, él te recordaría, y si yo hiciera que Michael viera al "Michael del pasado" por la pantalla de la pulsera él pensaría que su pasado estaba grabado, pero si el "Michael del pasado" viese al "Michael del presente" no sé qué pasaría... tal vez no creería que fuese él ya que era un niño, y te pediré otro favor, –continuó- no le hables a nadie sobre máquinas del tiempo ni sobre esta pulsera, ya que la pulsera es demasiada tecnología jamás vista en esa época en la que te encuentras

- Está bien, está bien, tranquilo… pero, de verdad, sólo quisiera saber dónde dormiré… –dije triste.

- Quisiera poder ayudarte, pero lamentablemente no puedo… ¿Qué te parece si le dices a la familia de Jackson que te deje dormir en su casa? –sugirió.

- No lo creo, su padre es demasiado gruñón, y no le caí muy bien…

- ¿En serio? Pues entonces…

- No te preocupes –interrumpí- ya veré en dónde duermo…

- Buena suerte, y cualquier cosa no dudes en contactarme

- Bien, gracias

- Veo que andas caminando por las calles, cuidado, no te vayas a perder o algo peor, enserio cuídate mucho –dijo preocupado.

- Lo sé, gracias de nuevo, nos vemos luego –me despedí.

- Adiós –apagué la pulsera.

Estuve unas horas “perdiendo el tiempo” pues andaba por las calles sin algún rumbo en especifico, sólo esperando a que fuese la hora para ir por los chicos a la escuela. ¿Se preguntan por qué no fui a la casa de Katherine y Joseph? Bueno… no creo que Joseph me quisiera allí…

El tiempo pasó y llegó la hora de ir por los chicos a la escuela, me lo pasé haciendo nada, y de verdad me había aburrido. Me dirigí a la escuela y busqué con la vista a los dos chicos, hasta que por fin los encontré entre tantos niños. Ellos me vieron y se dirigieron hacia mí.

- ¿Cómo les fue en la escuela? –pregunté.

- Bien –me contestaron ambos al mismo tiempo.

- Que bueno –sonreí- ahora vamos a casa –los tomé de las manos y nos dirigimos a casa… yo ya había recordado el camino pues tengo muy buena memoria. Llegamos y toqué la puerta, acto seguido, Joseph la abrió.

- Michael, Marlon, vengan a ensayar, rápido –dijo Joseph, acto seguido, se dirigía a donde iban a ensayar. Michael y Marlon iban con Joseph pero yo puse mi mano en el hombro de Michael para que se detuviese.

- Mike… ¿Tu padre siempre les ordena ensayar después de la escuela? –pregunté y él asintió con la cabeza.

- Siempre hacemos eso... –dijo.

- Y… ¿No te gustaría… cambiar un poco la rutina?, me refiero a que sólo por esta vez no tengas que ensayar…

- Joseph me regañaría… –dijo triste.

- ¿Joseph? pero, él es tu padre ¿Cierto?

- Sí…

- Y… ¿Por qué le dices ‘Joseph’ en vez de 'papá'?

- Por que… no le gusta que le diga papá… prefiere que le diga Joseph… –dijo con la mirada baja.

- ¿Por qué? –pregunté confundida. Él encogió sus hombros en señal de no saber.

- ¿Sabes? Andando por las calles vi cerca de aquí un parque, ¿Te gustaría ir conmigo? –pregunté entusiasmada.

- Sí –respondió- pero no puedo –dijo triste.

- Por favor, nos vamos a divertir, y sólo será por hoy –supliqué. Estuvimos en unos segundos de silencio y se decidió.

- De acuerdo –aceptó sonriendo.

- Gracias –sonreí. Le tomé de la mano y me dirigí al parque que había visto, por fortuna no había niños, estaba totalmente solo. Volteé a ver a Michael y vi como le brillaban sus hermosos ojitos al ver los juegos- ¿Alguna vez habías venido aquí? –pregunté

- No, nunca había venido, Joseph no nos deja… –respondió.

Vaya, ese señor si que no lo dejaba divertirse como debería, como cualquier niño, con una infancia feliz y sin preocupaciones de nada, ¡Tan sólo jugar y jugar!. Por lo visto Joseph los estaba explotando… eso era demasiada crueldad para un pobre niño como Michael…

Michael se dirigía a unos columpios y yo iba tras de él.

- ¿Puedo subirme? –preguntó.

- ¡Por supuesto que sí! –respondí sonriendo- yo me subiré en el columpio de enseguida –le ayudé a Michael a subirse en el columpio y yo me subí en el otro.

- Quien llegue más alto gana –dijo. Yo reí.

- De acuerdo, pero cuidado, por favor, no te vayas a caer, Mike –dije

- Tendré cuidado, Alex –sonrió.

Empezamos a balancearnos en el columpio mientras el viento nos llegaba a los rostros, ambos sentíamos esa sensación de poder volar libremente como los pájaros, ¡Fue tan mágico! ambos nos reíamos y a pesar de que no hacía tanto tiempo de que lo conocía, no lo había visto tan feliz desde que ese pequeño niño llegó a mi vida… o más bien, yo llegué en la de él… pero, nada podía arruinar ese momento…

Sentía felicidad y preocupación a la vez, pues no le pedí permiso a Joseph de llevarlo al parque… y nadie sabía dónde estábamos, tal vez nos meteríamos en un gran problema, pero de alguna forma Michael se tenía que divertir, yo quería verlo alegre…

Mientras me balanceaba en el columpio, un recuerdo llegó a mi mente… recordé cuando tenía más o menos la edad de Michael y “mi madre” se ponía atrás de mí para balancearme en el columpio… me divertía y me reía tanto…




Empecé a ponerme un poco melancólica, sé que ella no era mi madre, pero yo crecí creyendo que lo era, y nunca se me ocurrió pensar la posibilidad de que yo fuese adoptada, ella siempre me trató como mi madre real, y entonces me pregunté… ‘¿Dónde estará mi verdadera madre?’

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Mil gracias por haber leido este capítulo, por favor comenten, no sólo lean y se vayan :'( tardé toda una semana en escribirlo, fue difícil por mucha razones... además el Lunes entro a la escuela y estoy demasiado nerviosa, pues será en una escuela nueva y ya no estoy en secundaria, estaré en la preparatoria... y nada me haría más feliz que ver sus comentarios antes de entrar a clases :D en serio, se los agradeceré demasiado, ya saben que SI NO TIENEN CUENTA BLOGGER IGUAL PUEDEN COMENTAR :) pueden comentar en el chat de al lado, o acá abajo como anónimo (Repito, si es que no tienen cuenta blogger) así que no hay pretextos :3! espero ver varios comentarios... esos me animarán a continuar la historia, y si no hay mucho pues... simplemente no me animaré a seguir subiendo :( y me mortifica que cuando entre a la prepa, me dejarán MUCHÍSIMAS tareas, y no tendré tiempo PARA NADA :'( así que si me tardo en subir capítulo sería por eso... o por que no hay muchos comentarios :( bueno, nos vemos :D si me vas a dejar un comentario, MIL GRACIAS y que Dios te bendiga :)


Gracias por abrirme las puertas de tu corazón

Estaré ahí cuando lo necesites

Si puedo ayudarte, lo haré

Hazme saber tus miedos,

Y te protegeré de ellos

Hazme saber tus secretos,

Quiero saber más de ti

Confía en mí siempre,

Nunca te fallaré…

- Alexandra McCain.